Del 1 al 4 de septiembre de 2025 se desarrolla en Manaos, Brasil, la 43ª Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar (REAF MERCOSUR), bajo la presidencia pro tempore de Brasil. Este encuentro constituye un espacio político y técnico de alta relevancia regional, donde se reúnen representantes de gobiernos, organismos internacionales, delegados campesinos y organizaciones de la agricultura familiar de los países del Mercosur ampliado. La particularidad de esta versión radica en el emplazamiento en plena Amazonía, territorio que concentra tanto la riqueza natural más estratégica de Sudamérica como los mayores desafíos frente al cambio climático y la presión extractiva. El programa contempla cuatro jornadas de trabajo que integran agendas diferenciadas “género, acceso a la tierra, agroecología, juventud rural y políticas de cambio climático” articuladas con la mirada de los pueblos amazónicos y el horizonte de la próxima Conferencia de las Partes (COP30), a realizarse en Belém en noviembre. En este marco, la REAF se transforma en un ensayo diplomático y social que busca consolidar una posición unitaria frente a los países contaminantes, levantar la voz de la agricultura familiar como garante de soberanía alimentaria y reafirmar la centralidad de la cooperación panamazónica. La delegación chilena, representada por dirigentes campesinos y autoridades públicas, llega a Manaos con la convicción de situar al campesinado en la primera línea de las soluciones y no solo como víctimas del cambio climático, reafirmando su rol en la transición agroecológica y la construcción de un modelo de desarrollo rural sustentable.
La agenda de la XLIII REAF incluye un conjunto de debates y actividades que permiten reconocer el papel estratégico de la agricultura familiar campesina en la defensa de los territorios y en la producción de alimentos saludables. En la jornada inicial se trabajó en torno a las agendas de género y acceso a la tierra, con la cooperación de FAO e INCRA, y se efectuó la reunión de COPROFAM, espacio donde confluyen las principales organizaciones campesinas del Cono Sur. El día martes, tras la apertura oficial, se desarrolló el panel “Soluciones y desafíos para una agenda de desarrollo inclusivo y sostenible en la Amazonía”, que vinculó directamente la acción política de la REAF con la próxima COP30, reafirmando la urgencia de discutir financiamiento climático, restauración de áreas degradadas y programas de bosques productivos que aseguren desarrollo con justicia social. Asimismo, se sostuvo la reunión conjunta entre ministros de agricultura familiar y autoridades de la OTCA, mientras en paralelo las organizaciones campesinas del Mercosur ampliado sostuvieron su propio encuentro, reafirmando que sin campesinos no hay transición justa ni soberanía alimentaria. Las jornadas siguientes estuvieron dedicadas a la discusión en torno a cambio climático y agroecología, con la presentación del Programa de Intercambio Regional en Agroecología, y a la revisión de los planes nacionales de agricultura familiar. Finalmente, un taller estratégico y una plenaria de cierre permitieron recalibrar la agenda política de la REAF, estableciendo la agricultura familiar como actor central en la adaptación y mitigación del cambio climático, en sintonía con la agenda de la COP30 en Belém.
La participación de la delegación chilena en Manaos cobra un valor especial en este proceso. Desde el Movimiento Unitario Campesino y Etnias de Chile (MUCECH), los dirigentes José Nahuelpan y Kiria Antileo asumieron un rol activo en las instancias de articulación regional, reafirmando la voz del campesinado chileno con enfoque intercultural en la construcción de políticas públicas internacionales. Su presencia visibiliza que las comunidades rurales de Chile no solo enfrentan sequías, concentración de tierras y abandono estatal, sino que también son portadoras de soluciones prácticas y saberes ancestrales que dialogan con la agroecología, la economía campesina y la conservación de ecosistemas. La voz de Nahuelpan destacó la urgencia de que la COP30 reconozca la deuda histórica de los países industrializados con los pueblos rurales, mientras Antileo subrayó el avance significativo del enfoque de género y juventud en toda política de adaptación climática. Esta participación refuerza el carácter político del campesinado chileno en la escena internacional y abre una ventana de incidencia directa en la agenda climática global. Para las comunidades rurales organizadas de Chile, la presencia en Manaos no se traduce únicamente en diplomacia, sino en la posibilidad de fortalecer alianzas panamazónicas, impulsar compromisos concretos en materia de tierra, agua y financiamiento climático, y proyectar a la agricultura familiar como columna vertebral de un modelo de desarrollo rural que se quiere justo, inclusivo y sustentable. Con esta participación, MUCECH y sus dirigentes consolidan una trayectoria de incidencia en espacios multilaterales y renuevan el compromiso de llevar la voz de los territorios rurales de Chile al debate mundial sobre el futuro del planeta.