El presidente del Movimiento Unitario Campesino y Etnias de Chile (MUCECH), Orlando Contreras, el director de la entidad, Omar Jofré y el vicepresidente de la Federación Nacional de la Fruticultura Familiar Campesina (FEDAFRUC) participaron de un taller  de la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) que apoya la elaboración de la Política Nacional Minera 2050 (PNM 2050). En la instancia también estuvo el ministro de Minería, Juan Carlos Jobet y el subsecretario de Minería, Edgar Blanco, 

Los tres representantes de MUCECH participaron de una plataforma informativa sobre la dictación de una ley de una Política Nacional Minera que pretende normar los lineamientos centrales del enfoque al desarrollo minero en Chile de aquí al año 2050. 

Oma Jofré explica que hay distintas experiencias en regiones del país con el desarrollo minero que ha habido. Con el código minero existente, el minero es propietario de lo que hay bajo la superficie de la tierra y tiene preeminencia sobre lo que está en la superficie. Eso determina que se puede desarrollar esa actividad ocupando aguas, contaminando con los procesos químicos, deforestando, alterando el paisaje contrastando con la promesa de la creación de 80 mil empleos nuevos.

“Para los que hemos tenido conocimiento de la experiencia minera de inversiones de mayor volumen efectivamente en alguna etapa es activa, pero luego con el conocimiento que se tiene se va a desarrollar con una alta tecnología como ya está ocurriendo. Los camiones son manejados desde una computadora en Santiago y los camiones se mueven en Chuquicamata (mina en el norte de Chile). La implicancia que va a tener con el agua, con el paisaje, con el medioambiente, con las localidades o comunidades cercanas tiene una trascendencia enorme. Es tan así que la forma en que se está desarrollando la discusión han incorporado la conversación con los pueblos originarios que se verían afectados con esta política que se está tratando de llevar”, señaló Jofré.

Este proyecto tiene importancia para el sector campesino e indígena por la afectación de las comunidades y la contaminación que tienen las aguas. El usufructo de mayor caudal de agua para la distribución minera ha creado temas terribles de sequía. Por otro lado, la disminución de la pluviometría pone más inquietudes con la disponibilidad de agua para la labor minera y para la sobrevivencia humana aun cuando se ha fijado que tendrá preeminencia en la emergencia el consumo humano pero la verdad en la práctica se ha visto que no es tan fluida y tan clara esa disposición, reitera Jofré.

Le parece importante entender el proceso y recabar más antecedentes respecto de la Política Nacional Minera. Esta se aplicará desde la III hasta la VII región, por lo tanto, es un sector muy amplio que complicaría otras actividades que no son mineras. “La preocupación es integrarnos más a fondo en eso, saber qué se está haciendo en los sectores no mineros los forestales, los ganaderos, los productores agrícolas y particularmente la situación de nuestra gente. Cómo se va abordar, qué garantías se están estableciendo para compensar o mitigar el daño que se cause”, finaliza el director de MUCECH.