Chile decidió aprobar la redacción de una nueva Constitución. Con una histórica y masiva participación de más de 7,5 millones de ciudadanos, las plazas de todo el país se llenaron de festejos y celebraciones por el triunfo del “Apruebo”, opción que arrasó con un 78,3% de los votos emitidos durante la jornada de ayer. Además, el órgano que redactará la nueva carta magna será una Convención Constituyente, elegida con un 79% de los votos y que estará compuesta 100% por ciudadanos electos a través del voto popular. 

La votación comenzó a las 8 de la mañana y se extendió durante 12 hrs. Las filas para votar se extendieron varias cuadras durante la jornada de la mañana y parte de la tarde, hasta que pasadas las 21.00 hrs se dieron los primeros números oficiales. La convocatoria por el voto demostró que las chilenas y chilenos estaban interesados en decidir en este plebiscito, el cual contó con la participación más alta desde el retorno a la democracia.

El presidente de la gremial Mucech, Orlando Contreras, opina que “con la aprobación del domingo 25 Chile dio un paso importante en querer tener una nueva Constitución. Fue abrumador el porcentaje de los que aprobamos. Para el mundo rural es sumamente importante mantener en la nueva Constitución el tema del agua como derecho humano para la vida y la producción de alimentos, el derecho humano de la alimentación, la regionalización. Para Mucech son importantes todos estos procesos, la multiculturalidad de los sectores rurales. Chile es un país muy concentrado, más del 80% del sector es rural, el 20% está urbanizado. Por eso es importante para nosotros que en esta nueva Constitución tengamos representantes en esa constituyente”.

Chile será el primer país del mundo que contará con una Convención Constitucional con paridad de género. Se elegirán 155 ciudadanos el 11 de abril de 2021, quienes se encargarán de entregar una propuesta constituyente para el país dentro de los próximos 12 meses. Posterior a eso se hará un Plebiscito de Salida en que se elegirá nuevamente si se aprueba o rechaza la nueva Constitución, esta vez ya redactada. Para su aprobación, deberá contar con el acuerdo de al menos dos tercios de sus integrantes.