Hoy celebramos el día del campesino representantes de todas las expresiones laborales del campo: asalariadas y asalariados, pequeños productores, cooperativas, pueblos originarios, pescadores artesanales y tantas otras disciplinas laborales.

La dictadura militar nos dejó grandes secuelas de abuso en nuestros sector; durante el tiempo de democracia los trabajadores asalariados del sector teníamos en plena vigencia la Ley Nº16.625 de Sindicalización Campesina, disposición legal que vino a hacer justicia a la marginalidad y abandono a que se tenía sometido a los trabajadores del sector y su familia, trabajo de sol a sol, de domingo a domingo, por habitación, chozas de campo en donde la palabra techo no tenía sentido, los niños no asistían a la escuela y a los 12 años tenían que pagar la obligación por una remuneración escuálida, la cual muchas veces no se cancelaba en su totalidad.

La ley de sindicalización campesina posibilitó que estos trabajadores se reivindicaran socialmente y entendieran que también eran seres humanos y que la sociedad en la cual vivían también les pertenecía.

Se organizaron sindicatos por miles, Federaciones Provinciales y Confederaciones Nacionales, al 11 de Septiembre de 1973 había, más de 300 mil trabajadores organizados en sindicatos, 100 mil en cooperativas campesinas.

La Ley de Sindicalización Campesina, con el aporte de todo los trabajadores y un % que pagaban las empresas, se constituyó el Fondo de Educación Sindical, permitiendo financiar las organizaciones sindicales, para que estas tuvieran programas de capacitación y educación, además de la contratación de profesores y profesionales que se preocupaban de asesorar y educar a los campesinos, la dictadura militar todo lo terminó, mediante el golpe de estado.

Junto a la Ley de Sindicación Campesina se aprobó y se puso en movimiento la Ley 16.640 de Reforma Agraria.    

Este proceso complementario a las organizaciones de trabajadores, permitió expropiar en el país 5.809 predios agrícolas, los cuales representaban 9.965.868 hectáreas físicas, de acuerdo a un balance publicado en el mes de agosto de 1974, por fuentes de información absolutamente oficiales.

La política seguida en materia de Reforma Agraria, consistente en “desestatizar” lo que nunca estuvo estatizado “recuérdese que las expropiaciones de acuerdo a la Ley Nº 16.640 tenían como finalidad que las tierra fueran asignadas de manera que mal podrían hablarse que las tierras al asumir la dictadura como gobierno, estuvieron estatizadas).

Esta política se expresó en tres grandes líneas que solo se entendieron si se les analizaban en conjunto a) las asignaciones;  b) la regularización, o devolución de las tierras a los antiguos tenedores o propietarios para que quedara más claro y c) la declaración de fundos con aptitud forestal, lo que veremos también fueron devueltos solo por otro medio. En 1973 de acuerdo a cifras oficiales fue:  2.804.501 hás, restituidas a sus antiguos tenedores o dueños.

3.057.291 hectáreas asignadas

   623.424 diversas transferencias

3.480.652 disponibles

De esta última cifra 3.480.652 hás. siempre de acuerdo al mismo dato, 2.269.134 hás. eran tierras de secano forestal en un 40 – 60% lo que significó que fueron transferidos a la Corporación Nacional Forestal CONAF, y que ésta aplicó criterios técnicos; para ser transferidas definitivamente.

Se analizan las cifras estamos mencionando, “el rubro regularización” tema por el cual los comentarios han sido sospechosamente escaso 2.804.501 hás. por lo cual en vez de haber poco más 34 mil asignaciones,  estas debieron ser superior a 62 mil. 

Los campesinos desplazados y marginados por falta de puntaje o por falta de tiempo ¡¡no fue!!, sino también por simple y directo persecución al aplicarse los decretos 208 y 1.600.

Lo increíble es que se les marginó peor que  a delincuentes, acusados de “tomarse la tierra con violencia”, acusaciones que jamás fueron demostradas.

Un delincuente común y corriente de acuerdo a nuestra legalización penal, habría tenido más posibilidades que estos trabajadores.

Ahora quienes fueron los asignatarios, muchos de extracción ajena al campesinado mismo: agrónomos, veterinarios, ex administradores, exgerente agrícolas, patrones, militares, personas que llegaron a ser propietarios porque el reglamente de “Selección” se lo permitió.

Los excluidos, donde se fueron a vivir?, a orillas de los ríos, caminos abandonados, estaciones de ferrocarriles abandonadas,  también están en las nóminas de los miles de desaparecidos.

La dictadura militar terminó con la Ley de Reforma Agraria el día 11 de septiembre de 1973.

Por Eugenio León