![]() | Por Eduardo Henriquez Los impactos negativos de los cambios climáticos en las actividades de la agricultura, es una realidad que se instaló definitivamente en nuestras vidas los cuales afectaran en los próximos años los cultivos de muchas especies, provocando incluso la disminución de un significativo número de ellas y el surgimiento de otras. Estos elementos, entre otros no menos importantes, están en el núcleo de los debates de las principales organizaciones y lideres de la COPROFAM (Confederación de la Agricultura Familiar de los países que integran el MERCOSUR ampliado). Ante la evidencia de que el cambio climático en curso muestra muchas señales sobre el futuro próximo subrayando que sus impactos serán mayores, los máximos líderes de la Agricultura Familiar Campesina adoptaron con realismo políticas para asumir este fenómeno. Para la COPROFAM esta situación es una oportunidad con la cual es factible consolidar un proceso de desarrollo sustentable de los sectores involucrados. Al respecto el especialista argentino Miguel Carriquiry, sostiene en un estudio que preparo para esta entidad “Conformarse con un proceso de adaptación que simplemente permita la sobrevivencia de estos colectivos, manteniendo una situación de pobreza y marginación, resultaría en perpetuar o aumentar la vulnerabilidad de estos sectores socioeconómicos”. Al fundamentar su visión el especialista argentino recuerda “El clima cambia en forma significativa en escala de tiempos de siglos a cientos de miles de años, obedeciendo en la mayoría de los casos a factores naturales”. Pero la situación que vivimos, indica, no es solo por causa de un proceso natural, sino de la intervención humana que apuro los cambios climáticos al incrementar la concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente del dióxido de carbono, metano y oxido nitroso. Nuestro planeta vivió varios miles de años de estabilidad en el clima, lo que cambió radicalmente a partir del siglo XX cuando emerge el fenómeno del calentamiento global y la disminución del tamaño de los glaciares y del hielo en los polos. A partir de esta nueva situación, las proyecciones de cambio climático en diversos centros científicos del mundo, tratan de encontrar una respuesta racional mediante el empleo de modelos numéricos muy complejos que nos permita entender de cómo será el clima en el futuro próximo. Así mismo un estudio publicado por la CEPAL el año 2010, titulado “La Economía del cambio climático en America Latina y El Caribe” establece que en este proceso de cambio global, la elaboración de los escenarios climáticos regionales, conlleva, un alto nivel de incertidumbre. La publicación de la CEPAL subraya “El número, la intensidad y la frecuencia de las precipitaciones también se modificaron entre 1900 y 2005”, lo que se traduce en un aumento de la frecuencia e intensidad de las inundaciones en Paraguay, Uruguay y las pampas Argentinas, como en algunas zonas de Bolivia. Mientras que en Chile se observa una disminución de los recursos hídricos. Los líderes de la Agricultura Familiar Campesina, sobre la base de estos estudios, resolvieron iniciar un proceso que tiene como horizonte dotar a las organizaciones de un conjunto de proyecciones para la América del Sur que tendrá una modificación mayor de su clima. En se proceso de Santiago al Norte dice el estudio, los inviernos se hicieron notablemente menos fríos, con una marcada caída en las horas de frío invernal en las regiones III y IV, junto una disminución de las precipitaciones. El estudio afirma además “estos cambios fueron una de las causas de la desaparición del trigo de secano de la IV región y de la fuerte caída de la capacidad de carga de las praderas naturales en casi toda la zona central”. Por otra parte las proyecciones de los expertos consultados por la COPROFAM indican que durante el siglo XXI continuaran las declinaciones de las precipitaciones en la mayor parte de las regiones agrícolas del sur de Chile. La dirección que adopten los cambios climáticos, provocaran una aridización entre las regiones de Atacama y la de Los Lagos, proceso en el cual las temperaturas continuaran creciendo y generen probablemente un aumento en regímenes de vientos y lluvias. En este cuadro los especialistas consideran que los cambios en las precipitaciones serán más complejos y sus proyecciones serán afectadas por un alto nivel de incertidumbre. Las organizaciones de la Agricultura Familiar Campesina tras analizar en profundidad el impacto de los cambios climáticos, convoca y orienta a sus afiliados a tener una cabal comprensión de las nuevas tendencias y en particular encarar con mayores conocimientos como este proceso se traducirá en las nuevas plagas y enfermedades, que estarán presente en la agricultura para combatirlas con inteligencia sin aumentar la contaminación.
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